¿Conoces tu morfología?
- brutalfitoficial
- 2 jun 2019
- 3 Min. de lectura
Conocer el tipo de morfología de cada uno puede ser útil a la hora de hacer pesas. El morfotipo al que pertenezcas definirá el tipo de entrenamiento que deberás seguir. De este modo, podrás adaptar tu alimentación y el programa de musculación en función del grupo al que pertenezcas para conseguir una mayor eficacia y un mejor desarrollo físico.

1. ENDOMORFOS
Silueta: el endomorfo se caracteriza por ser de poca estatura, con los miembros cortos, y de aspecto más bien achaparrado, pero con fuerza. Este tipo de cuerpo suele engordar más fácilmente debido a la lentitud de su metabolismo. El vientre y las piernas son las zonas que primero les suelen engordar. Este tipo de personas tendrán que duplicar esfuerzos para armonizar su silueta y estabilizarla.

Plan de ataque: con respecto a la alimentación, es indispensable vigilar la aportación de calorías de las comidas, porque el metabolismo tiende a almacenar las grasas. En este caso, de nada sirve imponerse un régimen draconiano, sino todo lo contrario. Conviene reducir las cantidades, equilibrando las comidas al máximo. En el entrenamiento, el esfuerzo tiene que ser de larga duración. Se debe acentuar el número de repeticiones y con poco peso. Es más, se recomienda sobre todo asociar el ejercicio cardiovascular con las pesas para quemar la mayor cantidad posible de grasas.
2. MESOMORFOS
Silueta: el mesomorfo posee un cuerpo ancho, con músculos y articulaciones desarrollados. Su osamenta importante va aparejada a un cara y unos hombros cuadrados, busto ancho y cadera estrecha. Es el tipo de silueta que mejor se adapta a la práctica de la musculación, por su predisposición a tener un físico imponente. En este caso, no suele haber problema de sobrepeso y, si lo hubiera, se puede corregir sin mayor dificultad.

Plan de ataque: en las comidas, no hay recomendaciones específicas, si no es variar la alimentación para favorecer el equilibrio. En el entrenamiento, no sirve de nada hacer demasiado, porque bastará un trabajo muscular poco intenso para obtener resultados, puesto que el cuerpo responde perfectamente. Lo más idóneo consiste en empezar con un entrenamiento global, en todo el cuerpo, y aumentar progresivamente la intensidad del esfuerzo. No obstante, tampoco se debe sobrevalorar las capacidades de cada uno: los tiempos de descanso tienen que ser suficientes para poder progresar (entre 12 y 72 horas de regeneración).
3. ECTOMORFOS
Silueta: el ectomorfo es un tipo de morfología que presenta un cuerpo garboso, con una osamenta delgada y larga. Se caracteriza por ser alto, con las articulaciones finas, un físico tirando a delgado y un pecho estrecho. Este tipo de morfología no es el más adecuado para el desarrollo muscular. La dificultad para ganar peso es algo común, porque su metabolismo es muy rápido, apenas almacena grasas y le cuesta engordar o desarrollar músculo.
Plan de ataque: para engordar y desarrollar músculo, habrá que comer en gran cantidad, pero de manera equilibrada, sobre todo proteínas. La cantidad de calorías consumidas deberá ser superior a la suma de las necesidades diarias y de las calorías que se queman durante la sesión.
Conviene realizar tres entrenamientos intensivos por semana y evitar hacer demasiado (el cuerpo se recupera fácilmente, pero en ningún caso habría que excederse). En los ejercicios, deberá recurrir a pesos pesados y efectuar los movimientos lentamente para lograr una mayor eficacia.

Los morfotipos anteriormente mencionados no significan que nunca podrás conseguir el físico que quieras. En función de tu silueta, tendrás que esforzarte más o menos para alcanzar tu objetivo. Ten en cuenta que existen otros tipos de siluetas intermediarias, que te podrán ayudar a definir tu morfología con mayor precisión. No dudes en consultarme, que tendré en cuenta tu morfología para definirte una tabla de ejercicios.
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